La propagación de la llama se mide a lo largo de los laterales de la superficie vertical u horizontal expuesta a la llama y a un panel radiante. También se observan la incandescencia residual, el área dañada y el goteo.
Se encienden la llama piloto y el panel radiante. Luego se colocan en su posición final el quemador y la muestra de prueba (esta última está en posición vertical). Se registra el tiempo que tarda en el alcanzar los hilos marcados. Se calcula la velocidad media para determinar la velocidad de propagación de la llama. Se observan la zona dañada, el goteo y los restos residuales de combustión. En base a las observaciones de la propagación de las llamas, el área dañada, el goteo y los restos residuales de combustión, el material se puede clasificar en niveles.
Los niveles se multiplican con un factor. Velocidad de propagación de la llama x2, Área dañada x2, Tiempo de incandescencia residual x1, Goteo x1 para pared y x2 para techo. La suma de los niveles de comportamiento multiplicados por los factores correctivos proporcionan las categorías de productos (I a IV).