Para examinar su comportamiento frente al fuego, se expone una estructura con materiales tapizados al equivalente de una llama de una cerilla.
Se construye una silla con el material de prueba. Se enciende un quemador y se acerca la llama a la silla a lo largo de la junta entre el asiento y el respaldo en ambas direcciones durante 20 segundos. Se observa la combustión con o sin llama del material de recubrimiento y del material interior. También se mide la distancia de la parte dañada.
En el caso de que no se observe una combustión progresiva sin o con llamas en el plazo de 1 hora después de la aplicación del cigarro y no se detecte combustión sin llamas del material en el interior, el tejido probado pasa la prueba.