La inflamabilidad, la propagación de llamas, el desprendimiento de calor y la emisión de humo se determinan de manera simultánea mediante una fuente de calor vertical.
Un muestra de prueba se monta en una estructura vertical y se coloca frente a una fuente de calor constituida un panel cerámico vertical calentado por una llama de gas. En intervalos determinados, se va acercando la muestra hacia la fuente de calor en un serie de pasos graduales hasta que se produzca la ignición. Durante el tiempo de exposición de la muestra se coloca una pequeña llama piloto en frente de la muestra para encender los gases liberados pero no la superficie de la muestra. Se calculan el índice de inflamabilidad (que representa el tiempo hasta la ignición), la propagación de la llama, el índice de calor desprendido y el índice de humo emitido.
El material de prueba pasa o no pasa la prueba.